miércoles, 13 de octubre de 2010

Realidad de los sueños. Parte I

Hoy me gustaría compartir una parte de una historia personal, un episodio muy especial.
Sólo expondré una parte,puesto que mi relato es largo. Cada semana hasta la finalización de dicha historia, os dejaré un poquito más de mi hazaña.Espero que os guste.

Hará dentro de 6 días un año desde que comencé una aventura que me cambió radicalmente mi forma de pensar, de ver las cosas y también, de valorar otras.
El 19 de octubre de 2009 emprendí un viaje, una aventura hacia la ciudad de las ciudades, hacia la gran manzana, la ciudad del Empire State, de los pancakes y Central Park: Nueva York.
Y me refiero a este como aventura, pues me planté en la T4 de Madrid sola con dos maletas, una guía, mi abrigo y un periódico; esperando mil historias que vivir.
Después de que una muy amiga mía partiera hacia California una semana antes, ya comencé a sentir los nervios de que, a poco me tocaba a mi cambiar euros por dólares y despedirme.
Fue en este periplo donde pude conocerme más a mi misma y a dos personas maravillosas con las que casualmente coincidí en esta gran experiencia: una jerezana muy simpática, que se convertiría al llegar a la New Yorker en mi compañera de habitación y una galleguiña con mucha marcha.
Tardó nuestro avión 8 horas en llegar al destino: el JFK, en ellas, compartí mi vuelo con una chica muy simpática, que muy amablemente me enseñó cómo llegar a sitios que siempre había soñado visitar o dónde comer bien, sin necesidad de probar hamburguesas (aunque reconozco que las comí, y más de una, de diferentes restaurantes. Es América).
El aterrizaje fue INCREIBLE, a pesar de las nubes y del día gris, me acerqué a la ventanilla y observe una estampa que se me quedó grabada en la retina, jamás se me olvidará esa fotografía de Manhattan mientras el avión descendía, aún me emociona el recordarlo.
A mi llegada al aeropuerto, me sentí extraña, recorrí un pasillo con la jerezana, estábamos pasmadas, observando todo( y eso que era un aeropuerto como cualquier otro).
Mi primer contacto en "inglés" fue con un agente del "police department", latino, que conocía perfectamente el origen del vuelo que acababa de aterrizar, por lo que me habló en español. Yo estaba tan nerviosa que comencé a manejarme con el inglés hasta que el buen hombre me dijo que me tranquilizara, que me estaba hablando en mi idioma. ( Después de haber escuchado diferentes historias de las llegadas de turistas al JFK nada agradables con encontronazos con policías que parecen armarios y demás infortunios, pasé un momento de agobio y bloqueo y así me ocurrió. Nada de lo que cuentan es cierto, al menos en mi caso, los newyorkinos siempre están atentos y son gentiles a la hora de ayudarte).
Salimos del JFK, estaba nublado y comenzaba a llover, cientos de taxis amarillos llegaban y se ivan sin parar de aquella avenida, tomamos el primero de una fila que estaba en frente de la acera de la salida del aeropuerto, y le dije al taxista que por favor, nos llevase a la residencia New Yorker de la 8º Ave. con la calle 34st.
Comenzamos nuestro trayecto en aquel taxi tan común en NY, pero tan especial para nosotras, y cuando nos adentramos en la ciudad, el autocar amarillo empezó a tomar calles que llevaban hasta la que iva a ser durante tres semanas nuestra casa.
Comenzando a descubrir la ciudad, el primer edificio que vimos fue el  Chrysler, espectacular. Su aguja de acero acariciaba el cielo que parece más alto aún desde allí, pues los interminables rascacielos a veces, dan la sensación de impedir contemplar las estrellas. Estaba encendido, pues eran las 6 de la tarde, hora en la que comienza a anochecer.
Cuando el conductor del taxi estacionó el vehículo, tras la ventana mojada por la lluvia, pude observar la entrada de un hotel con muy buena "pinta", en la que esperaba un señor gordito y bajito uniformado, que nada más nos vio salir del coche, comenzó a sonreir y a preguntarnos si necesitabamos ayuda. Fue él quién nos recibió a nuestra llegada, y después de tantas horas de viaje le agradecimos su simpatía y educación.
Subimos hasta la habitación de la jefa de seccion de estudiantes que nos hizo una foto para nuestra tarjeta personal de la New Yorker y comenzó a explicarnos en el inglés más americano, el uso, las normas y las actividades de la residencia.
Nos proporcionó nuestra llave y subimos a la planta 16. El pasillo enmoquetado de paredes verde claro estaba lleno de puertas del mismo color, adornadas con una pequeña placa con números. Nos detuvimos delante de la  1637.
Abrimos la puerta y al entrar, sorprendidas, contemplamos que justo en frente del gran Empire había una ventana, la de nuestra habitación.

domingo, 3 de octubre de 2010

La imposición injusta

Hace ahora poco más de dos meses, el alcalde de Parla, poco popular en cuanto a personalidades políticas nacionales se refiere, se daba a conocer a través de los medios de comunicación debido a que la ministra de sanidad, encabezaba una lista alternativa para optar a la candidatura a la presidencia de la comunidad de Madrid.
En principio la lista de Trinidad Jiménez se presentó como única. Desde el PSOE federal se imponía una candidatura inesperada y se le pedía a Tomás Gómez, secretario general del PSM que se apartase para dar vía libre a la lista de Jiménez.
Ningún beneficio le trajo a Jiménez el momento, en el que Zapatero se decantó
publicamente a su favor con la posterior demanda a Gómez de su retirada por la lucha.
Sólo debia presentarse una lista. ¿Por qué?
¿Por qué una lista única? ¿No es más justo dejar paso a la democracia y que los ciudadanos decidan quién es mejor para desempeñar ese papel?
Qué mejor ejemplo que realizar unas elecciones pacíficas, con una campaña limpia y sana, y dejar al pueblo que elija a quién mas le convenza. De eso precisamente se trata la democracia.
Debemos trabajar por extinguir el amiguismo, el deísmo, la imposición que tanto se da en esta sociedad y en los altos cargos políticos.
En esta sociedad debe imperar sobre todo la libertad en todos sus sentidos, el pluralismo, la tolerancia y por supuesto la igualdad de oportunidades.
Es necesario el ser crítico, el hacer una retrospección hacia nuestro interior y pensar cómo estamos actuando para con nosotros mismos y con los demás, observar nuestro alrededor y cambiar lo que creemos injusto, transformar la realidad para hacer de ella, nuestro sueño utópico, material.
Tras el resultado de las primarias, con la victoria electoral de Gómez con 545 votos de diferencia a su favor, se puede traducir en que cuando se somete a votación popular una cuestion política de esta envergadura, nada ni nadie puede ser impuesto aunque luego se reflexione y se deje fluir la democracia.