viernes, 19 de noviembre de 2010

Realidad de los sueños. Parte II

Lo primero en visitar fue una gran plaza, llena de pantallas gigantes y tiendas que sin hablar te llamaban a su entrada, la famosa e increible Times Square. Al cielo lo acompañaba la luna, con lo que fue más increible aún aquello. Miles de luces a nuestro alrededor con una escalera roja espectacular dónde no dudamos ni un momentos en fotografiarnos.
El primer día cotidiano en contacto con la sociedad newyorkina fue en el metro. Debíamos ir hasta Midtown a hacer un examen de nivel. Sin saber muy bien dónde ivamos, aunque teníamos los bolsillos llenos de mapas, bajamos por la boca del famoso subway de Pen Station de la 34 st. y nos montamos en uno de esos vagones de película repleto de personas con cafés calentitos en vasos de plástico y mp3s de esa famosa marca que tiene por icono una manzana mordida. Fue al cerrar las puertas, la primera de las muchas veces que oiríamos el famoso "stand clear of the closing doors, please!" que se convertiría en una de las canciones de la banda sonora de nuestro viaje.

En la nota que saqué de internet indicaba que el trayecto duraría unos diez minutos pero a los cinco no esperé más y pregunté a una chica si ívamos en el tren correcto. Después de que la chica al fin entendendió lo que le estaba queriéndo explicar, cosa de los nervios por hablar bien, nos dijo que bajáramos del vagón porque ívamos en el tren de sentido contrario a Midtown, muy amable y perdiendo su tiempo, porque ella sí iva en sentido correcto, nos acompañó hasta dónde coger el nuestro. Una vez llegamos a la oficina nos identificamos y pasamos a una sala repleta de españoles sobre todo, pero también de personas de otras nacionalidades del mundo que se sentían igual de pequeñitas que nosotros en esa metrópoli del glamour y las compras.
Intermediate fue el resultado de nuestro test y contentas salimos de allí las tres juntas, camino del Empire State Building para verificar nuestro grupo. Nerviosismo era nuestro estado: ívamos a subir por primera vez al gran edificio emblema por excelencia de esa que se había convertido ya en el segundo día de nuestra estancia, en nuestra ciudad.
Fue una experiencia inolvidable. No podremos borrar de nuestra memoria aquel botones latino que nos sacaba una sonrisa todas las mañanas al entrar, imitando voces famosas al estilo más "pijo" y al que siempre recurría para que me ayudase a entrar, ya que todas las mañanas me sucedía algo con el código de barras de mi tarjeta.
Los chicos con publicidad para subir al mirador del edificio no paraban de intentar vendernos las entradas, por supuesto teníamos cara de "no me creo estar aquí" pero supimos esquivarlos y poder entrar por fin, después de darle la vuelta a la calle unas tres veces ( tiene varias puertas, parecen millones..)
Nuestra escuela blanca y azul, de moquetas en el suelo, era acogedora y tenía decenas de clases con cristales que daban a muchos pasillos que al único sitio dónde te llevaban era a dar vueltas.
Estabámos en clases diferentes pero que comenzaban y finalizaban a la misma hora. La mía particularmente, era pequeña y recogidita, contaba con una gran pizarra, un minúsculo reloj redondo encima, también había una estantería donde sólo cabían seis libros al lado de donde siempre se sentaba nuestro profesor, y en la pared, colgaba un mapa del mundo dónde muchas veces se nos veía con algún compañero señalando de dónde proveníamos. Había tres ventanas que dejaban pasar la asombrosa luz newyorkina y justo enfrente se asomaba majestuosamente apuntando con su aguja al cielo y sus gárgolas obervando la ciudad a su alrededor, el elegante Chrysler.

En torno a Mayo

Se acerca un año de cambios. Cambios que acontecerán nada más comience el primer mes, enero.
Una etapa de movimientos, de comparecencias, mitines, promesas, lealtad, de ser ganador o perdedor, de hipocresía, de búsqueda de un sillón y de mal estar.
Todo esto nos llevará a tres acontecimientos que rodearán a un día del mes de mayo: campaña, reflexión y el día E.
Ahora es tiempo de empezar a preguntarse hasta dónde hemos llegado y hasta qué fin queremos llegar, y por supuesto con quiénes liderándonos.
La sociedad necesita una persona con fuerza, ya que la situación actual no es el mejor partido al que salir a jugar.
Carisma y decisión, firme y con cabeza, que le caracterice la honradez, que sepa hacia dónde vamos y proyecte siendo un visionario. Pocas personas son las que se ajustan a esta descripción.
La ideología yo la tengo clara: apuesto por la izquierda LIBRE, la social y comprometida, la de los principios y estatutos cumplidos, la de primarias, la de la apuesta por el mejor..
Abogo por personas buenas y trabajadoras, que se dejan la piel luchando por su ciudad y sus ciudadanos, que es crítica consigo misma y no busca la publicidad a costa de todo, ni tampoco el reconocimiento de los demás a todas horas porque es segura de sí. Quiero una persona que se equivoque y lo reconozca, que cuente con el mejor equipo de personas cualificadas y formadas a cualquier nivel, siempre defendiendo lo que les une: un proyecto en el que creer.
Hace un par de días asistí a un foro sobre lo que me gustaría para mi pueblo de cara a una fecha: 22 de mayo. Pues bien,  para mi ciudad quiero, entre otras, una sociedad más justa e igualitaria, dónde quepamos todos. Más educación y respeto para con los demás y sobre todo, deseo una conciencia social más profunda para los jóvenes, para que al fin nos demos cuenta que somos el futuro y responsables de él.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Realidad de los sueños. Parte I

Hoy me gustaría compartir una parte de una historia personal, un episodio muy especial.
Sólo expondré una parte,puesto que mi relato es largo. Cada semana hasta la finalización de dicha historia, os dejaré un poquito más de mi hazaña.Espero que os guste.

Hará dentro de 6 días un año desde que comencé una aventura que me cambió radicalmente mi forma de pensar, de ver las cosas y también, de valorar otras.
El 19 de octubre de 2009 emprendí un viaje, una aventura hacia la ciudad de las ciudades, hacia la gran manzana, la ciudad del Empire State, de los pancakes y Central Park: Nueva York.
Y me refiero a este como aventura, pues me planté en la T4 de Madrid sola con dos maletas, una guía, mi abrigo y un periódico; esperando mil historias que vivir.
Después de que una muy amiga mía partiera hacia California una semana antes, ya comencé a sentir los nervios de que, a poco me tocaba a mi cambiar euros por dólares y despedirme.
Fue en este periplo donde pude conocerme más a mi misma y a dos personas maravillosas con las que casualmente coincidí en esta gran experiencia: una jerezana muy simpática, que se convertiría al llegar a la New Yorker en mi compañera de habitación y una galleguiña con mucha marcha.
Tardó nuestro avión 8 horas en llegar al destino: el JFK, en ellas, compartí mi vuelo con una chica muy simpática, que muy amablemente me enseñó cómo llegar a sitios que siempre había soñado visitar o dónde comer bien, sin necesidad de probar hamburguesas (aunque reconozco que las comí, y más de una, de diferentes restaurantes. Es América).
El aterrizaje fue INCREIBLE, a pesar de las nubes y del día gris, me acerqué a la ventanilla y observe una estampa que se me quedó grabada en la retina, jamás se me olvidará esa fotografía de Manhattan mientras el avión descendía, aún me emociona el recordarlo.
A mi llegada al aeropuerto, me sentí extraña, recorrí un pasillo con la jerezana, estábamos pasmadas, observando todo( y eso que era un aeropuerto como cualquier otro).
Mi primer contacto en "inglés" fue con un agente del "police department", latino, que conocía perfectamente el origen del vuelo que acababa de aterrizar, por lo que me habló en español. Yo estaba tan nerviosa que comencé a manejarme con el inglés hasta que el buen hombre me dijo que me tranquilizara, que me estaba hablando en mi idioma. ( Después de haber escuchado diferentes historias de las llegadas de turistas al JFK nada agradables con encontronazos con policías que parecen armarios y demás infortunios, pasé un momento de agobio y bloqueo y así me ocurrió. Nada de lo que cuentan es cierto, al menos en mi caso, los newyorkinos siempre están atentos y son gentiles a la hora de ayudarte).
Salimos del JFK, estaba nublado y comenzaba a llover, cientos de taxis amarillos llegaban y se ivan sin parar de aquella avenida, tomamos el primero de una fila que estaba en frente de la acera de la salida del aeropuerto, y le dije al taxista que por favor, nos llevase a la residencia New Yorker de la 8º Ave. con la calle 34st.
Comenzamos nuestro trayecto en aquel taxi tan común en NY, pero tan especial para nosotras, y cuando nos adentramos en la ciudad, el autocar amarillo empezó a tomar calles que llevaban hasta la que iva a ser durante tres semanas nuestra casa.
Comenzando a descubrir la ciudad, el primer edificio que vimos fue el  Chrysler, espectacular. Su aguja de acero acariciaba el cielo que parece más alto aún desde allí, pues los interminables rascacielos a veces, dan la sensación de impedir contemplar las estrellas. Estaba encendido, pues eran las 6 de la tarde, hora en la que comienza a anochecer.
Cuando el conductor del taxi estacionó el vehículo, tras la ventana mojada por la lluvia, pude observar la entrada de un hotel con muy buena "pinta", en la que esperaba un señor gordito y bajito uniformado, que nada más nos vio salir del coche, comenzó a sonreir y a preguntarnos si necesitabamos ayuda. Fue él quién nos recibió a nuestra llegada, y después de tantas horas de viaje le agradecimos su simpatía y educación.
Subimos hasta la habitación de la jefa de seccion de estudiantes que nos hizo una foto para nuestra tarjeta personal de la New Yorker y comenzó a explicarnos en el inglés más americano, el uso, las normas y las actividades de la residencia.
Nos proporcionó nuestra llave y subimos a la planta 16. El pasillo enmoquetado de paredes verde claro estaba lleno de puertas del mismo color, adornadas con una pequeña placa con números. Nos detuvimos delante de la  1637.
Abrimos la puerta y al entrar, sorprendidas, contemplamos que justo en frente del gran Empire había una ventana, la de nuestra habitación.

domingo, 3 de octubre de 2010

La imposición injusta

Hace ahora poco más de dos meses, el alcalde de Parla, poco popular en cuanto a personalidades políticas nacionales se refiere, se daba a conocer a través de los medios de comunicación debido a que la ministra de sanidad, encabezaba una lista alternativa para optar a la candidatura a la presidencia de la comunidad de Madrid.
En principio la lista de Trinidad Jiménez se presentó como única. Desde el PSOE federal se imponía una candidatura inesperada y se le pedía a Tomás Gómez, secretario general del PSM que se apartase para dar vía libre a la lista de Jiménez.
Ningún beneficio le trajo a Jiménez el momento, en el que Zapatero se decantó
publicamente a su favor con la posterior demanda a Gómez de su retirada por la lucha.
Sólo debia presentarse una lista. ¿Por qué?
¿Por qué una lista única? ¿No es más justo dejar paso a la democracia y que los ciudadanos decidan quién es mejor para desempeñar ese papel?
Qué mejor ejemplo que realizar unas elecciones pacíficas, con una campaña limpia y sana, y dejar al pueblo que elija a quién mas le convenza. De eso precisamente se trata la democracia.
Debemos trabajar por extinguir el amiguismo, el deísmo, la imposición que tanto se da en esta sociedad y en los altos cargos políticos.
En esta sociedad debe imperar sobre todo la libertad en todos sus sentidos, el pluralismo, la tolerancia y por supuesto la igualdad de oportunidades.
Es necesario el ser crítico, el hacer una retrospección hacia nuestro interior y pensar cómo estamos actuando para con nosotros mismos y con los demás, observar nuestro alrededor y cambiar lo que creemos injusto, transformar la realidad para hacer de ella, nuestro sueño utópico, material.
Tras el resultado de las primarias, con la victoria electoral de Gómez con 545 votos de diferencia a su favor, se puede traducir en que cuando se somete a votación popular una cuestion política de esta envergadura, nada ni nadie puede ser impuesto aunque luego se reflexione y se deje fluir la democracia.

jueves, 23 de septiembre de 2010

El hoy

Es muy posible que en estos tiempos que corren estén de moda valores que antes no se llevaban tanto.
Esta sociedad hipócrita, movida por el capital, el egoísmo y la ambición por el poder, carece de educación y buenos modales.
Pocos saben lo que significa el "saber estar" y otros no son capaces de admitir el no tener conocimiento suficiente para alcanzar un objetivo.
La injusticia está en todas las esquinas y pocos son aquellos que llegan a adentrarse en cuevas negras para encender un mechero y llenarlas de luz. ¿Por qué?
El cambiar las cosas para beneficiar a los demás es algo necesario, pero pocos son los que llegan a hacerlo, una pena.
El ahora es un momento que necesita de personas que luchen por el interés general, que trabajen para llegar a un punto en común, para llegar cuando sea necesario a la renovación de una generación que llegará con proyectos innovadores y con las cosas claras si estas llegan a hacerse bien, pero para eso hacen falta más de dos.
Todo puede ir a mejor, evolucionar, si se es consciente de que lo que tenemos no es lo que queremos, y que además, podríamos llegar a alcanzar mucho más, con tan solo dejar de mirarnos el ombligo y examinar nuestro alrededor.

martes, 21 de septiembre de 2010

Preparados 1, 2, 3, 4 !!

Después de terminar la matricula de la universidad hace una semana llega la reflexión, este año curso el 4º año.
Durante este nuevo curso habrá que emplear más  esfuerzo que en los anteriores, pues solo queda uno más para alcanzar la meta de esta carrera. Una carrera que comparto con gente nueva y a la vez maravillosa, esas que dicen que serán para toda la vida, personas que comparten contigo sueños, ideas, viajes...Otras con las que solo he compartido banca y alomejor un día algún texto que leer, opuestas a lo que tu piensas que será tu proyecto de vida y con las que tuvistes largos debates sobre temas importantes de cultura general hasta otros más triviales; con ellos fue, cuando más te reíste o fue quizás también, cuando te diste cuenta de como no querías ser.
Esta licenciatura que da tanto de sí, a la cual llegas pensando que durante los cinco años que te esperan de recorrido, estarás con la alcachofa en la mano delante de una cámara o practicando redacción periodística y cuando llegas a tercero te empiezas a dar cuenta que nada de lo que habías pensado ha ocurrido y que, por el contrario, sí te has aprendido la historia de la comunicación desde sus inicios allá por el paleolítico, como también has experimentado a través de una optativa como revelar una foto o te has enriquecido al conocer toda la historia de la propaganda o los tipos de sistemas políticos que existen.
Esto me gusta, te dices, y te sientes orgullosa de haber elegido bien lo que querrás hacer el resto de tu vida.
Te sientes inmersa en la actualidad, tienes la capacidad de debatir y opinar, estás al día en lo que pasa en el mundo y tienes conocimiento de muchos asuntos que otros ni conocen.
Otro año más, a punto de comenzar por el templado septiembre, en la cartuja.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Como la primera vez

Hace algún tiempo atrás, los profesores de la facultad nos animaban a empezar a escribir aunque fueran fragmentos simples, anécdotas, experiencias en viajes, alguna cosa de las vacaciones, etc. Que fuéramos recopilando material para algún día, cuando nos enfrentásemos a un trabajo serio y profesional, no fuese la primera vez que nos sentáramos a reflexionar sobre algo, sobre una noticia por ejemplo. También, mis más allegados, me animaban a comenzar a escribir, a construir un blog que la gente pudiese leer.
Comencé mi andadura en los blogs hace un año, colaborando con las juventudes socialistas, pero ya es hora de empezar a escribir, a opinar firmando con mi nombre y dando mi punto de vista no solo como socialista, sino como joven estudiante de periodismo.
Me gusta dar mi opinión sobre lo que pasa en el mundo, me gusta comentar con mis compañeros y amigos por qué son así las cosas o son de otras, me siento de espíritu crítico y es de necesidad para mi el serlo.
Aquí me encontraré con quién quiera leerme casi a diario, al menos dos veces en semana, un espacio donde comentaré noticias de diversa índole, como sucesos importantes que ocurran en mi vida.
Para mi, será un ejercicio más de entender el mundo y de darle mi punto de vista a cuántas cosas ocurren cada día en él, todo un reto, espero conseguirlo.
Todo tiene un por qué, el nombre del blog y la descripción lo tienen, y su diseño también.
La espiral, siempre me acompañó desde pequeña, no se muy bien el por qué, pero desde aquello no me ha ido mal. Este símbolo representa la vida,  es uno de los símbolos más antigüos que existen y se encuentra en todos los continentes. Simboliza un ciclo, una espiral de noticias que nos llevarán a su centro, a un punto desde dónde las reflexionaremos.
Para acabar esta primera entrada, resaltar que siempre escribiré lo mejor que sepa, desde mi humilde punto de vista y desde el respeto. Espero que a quién le guste lo que aquí se escriba, participe y se sienta agusto, y hagamos de este rinconcito, un lugar donde exista el diálogo y dónde podamos todos expresarnos libremente.
BIENVENIDOS.